Wolgadeutsche in Argentinien - Alemanes del Volga
María del Carmen Beier, auténtica descendiente de alemanes del Volga - Wolgadeutsche - ha querido rendir un sentido homenaje de respeto y admiración a sus abuelos llegados a las Colonias (hoy Pueblos) de la zona de Coronel Suárez como inmigrantes desde la lejana Kamenka (Rusia),
para lo cual ha reunido algún somero material informativo a través de documentos y recuerdos familiares. Mientras registra nuevos hallazgos, escribió el siguiente relato biográfico que fue leído en un programa radiofónico transmitido por argentinos provenientes de similar origen. La autora tuvo la gentileza de cederlo para su publicación en este blog, y hace constar que la presente nota se refiere a sus abuelos paternos. Mientras tanto, tiene en elaboración otros datos concernientes a sus abuelos maternos, que promete arrimar oportunamente a este mismo sitio, gesto que le
agradecemos cordialmente.-
Cuenta Maria Beier :
La imagen muestra a mis abuelos Catalina Schwerdt Bettenhäuser, nacida en Kamenka Rusia y fallecida en Santa María, Prov. de Buenos Aires, Argentina (1899-1973) y mi abuelo Miguel Beier Walter, nacido en Kamenka Rusia, fallecido en Santa María (1893-1955). ¡Cuanto han trabajado para este país!; ellos sí que dejaron el sudor de su frente; analizando sus caras uno se da cuenta de ello, mientras ellos construyeron otros destruyeron y siguen destruyendo. El haber trabajado tanto para un país que no era el de ellos pero que sí adoptaron, les autopermitió también hacer valer sus derechos como argentinos. Les cuento una anécdota: un día mientras Miguel Beier trabajaba en su carnicería vio como el sargento de policía del pueblo, muy temido aparte (sargento Gadea), llevaba arrestado a un grupo de chicos menores de edad por haber cometido alguna travesura indebida; viendo esta actitud como incorrecta (en aquel entonces los chicos buscaban leña en el arroyo para sus hogares, nuestra constitucion dice y reza que a treinta metros distantes de la orilla de cualquier arroyo eso es propiedad de la nacion o sea de todos; aún hoy muchos se creen dueños y esto no es así) , le dijo a uno de sus empleados: “Hazte cargo por un rato que ya vengo”. ¿Qué hizo? Fue al destacamento policial dirigiéndose directamente a la celda donde estaban alojados los menores; la puerta estaba con una tranca o barrote como cierre; abrió la celda, liberó a estos pibes y le dijo al sargento si no le daba vergüenza hacer algo así con esos chicos… Como decimos hoy, “las tenía bien puestas”. Esto seguramente no se ha dado en ningún país jamás y menos de parte de un extranjero. Después de esto en sus andanzas nocturnas siempre tenía presente su revólver Colt temiendo una venganza, cosa que nunca se dio. En esos años el policía era la autoridad máxima del pueblo e intocable.
Como no soy fotógrafo y de esto entiendo poco, quisiera saber qué tratamiento tuvo esta fotografía, ya que en esos años -1955 o antes- las fotos se coloreaban a mano; si esta foto tiene ese proceso tengo que señalar que es un arte. — María Beier
para lo cual ha reunido algún somero material informativo a través de documentos y recuerdos familiares. Mientras registra nuevos hallazgos, escribió el siguiente relato biográfico que fue leído en un programa radiofónico transmitido por argentinos provenientes de similar origen. La autora tuvo la gentileza de cederlo para su publicación en este blog, y hace constar que la presente nota se refiere a sus abuelos paternos. Mientras tanto, tiene en elaboración otros datos concernientes a sus abuelos maternos, que promete arrimar oportunamente a este mismo sitio, gesto que le
agradecemos cordialmente.-
Cuenta Maria Beier :
La imagen muestra a mis abuelos Catalina Schwerdt Bettenhäuser, nacida en Kamenka Rusia y fallecida en Santa María, Prov. de Buenos Aires, Argentina (1899-1973) y mi abuelo Miguel Beier Walter, nacido en Kamenka Rusia, fallecido en Santa María (1893-1955). ¡Cuanto han trabajado para este país!; ellos sí que dejaron el sudor de su frente; analizando sus caras uno se da cuenta de ello, mientras ellos construyeron otros destruyeron y siguen destruyendo. El haber trabajado tanto para un país que no era el de ellos pero que sí adoptaron, les autopermitió también hacer valer sus derechos como argentinos. Les cuento una anécdota: un día mientras Miguel Beier trabajaba en su carnicería vio como el sargento de policía del pueblo, muy temido aparte (sargento Gadea), llevaba arrestado a un grupo de chicos menores de edad por haber cometido alguna travesura indebida; viendo esta actitud como incorrecta (en aquel entonces los chicos buscaban leña en el arroyo para sus hogares, nuestra constitucion dice y reza que a treinta metros distantes de la orilla de cualquier arroyo eso es propiedad de la nacion o sea de todos; aún hoy muchos se creen dueños y esto no es así) , le dijo a uno de sus empleados: “Hazte cargo por un rato que ya vengo”. ¿Qué hizo? Fue al destacamento policial dirigiéndose directamente a la celda donde estaban alojados los menores; la puerta estaba con una tranca o barrote como cierre; abrió la celda, liberó a estos pibes y le dijo al sargento si no le daba vergüenza hacer algo así con esos chicos… Como decimos hoy, “las tenía bien puestas”. Esto seguramente no se ha dado en ningún país jamás y menos de parte de un extranjero. Después de esto en sus andanzas nocturnas siempre tenía presente su revólver Colt temiendo una venganza, cosa que nunca se dio. En esos años el policía era la autoridad máxima del pueblo e intocable.
Como no soy fotógrafo y de esto entiendo poco, quisiera saber qué tratamiento tuvo esta fotografía, ya que en esos años -1955 o antes- las fotos se coloreaban a mano; si esta foto tiene ese proceso tengo que señalar que es un arte. — María Beier
HISTORIA DE MIS ABUELOS MATERNOS - por María Beier
HISTORIA DE MIS ABUELOS MATERNOS - por María Beier
VERÓNICA FOGEL - ADÁN LAUMAN : DESCENDIENTES DE ALEMANES DEL VOLGA
AMBOS ORIUNDOS DE PUEBLO SANTA MARÍA (COLONIA 3). CORONEL SUÁREZ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Verónica Fogel, nacida el 26 de marzo 1916 - falleció el 3 de agosto de 1996. Adán Lauman, nació el 8 se septiembre 1913 -falleció el 23 de enero de 2002. Fue el mayor de 11 hermanos.
Trabajaron de muy pequeños con apenas 11 años, Adán en el campo como peón, Verónica en casa de familia. Como era costumbre en esa época, sus padres cobraban sus sueldos, había más hermanos que mantener. Solo tenían dos francos al mes, cuando iban a su colonia querida.
Se conocieron, se enamoraron y con tan solo seis meses de un noviazgo decidieron casarse; pero no era tan sencillo, como era costumbre en esos tiempos, se debía pedir la mano a los futuros suegros. Adán no tuvo otra que recurrir a la ayuda de un hermano de Verónica; después del susto y los miedos le dieron un “si”
Un preparativo sencillo, civil, e iglesia pero nada de fiesta, solo la familia y este amor se selló en octubre de 1940. Se fueron a trabajar de matrimonio al campo en Las Vertientes-Sierra de la Ventana. Ahí tuvieron a su hija "Juanita", su más valioso tesoro.
Muchos años pasaron, hasta que se animaron a dar un gran paso: en 1968 se mudaron a Coronel Pringles, del campo a la ciudad, donde todo era DISTINTO y lograron comprarse un vehículo, “el fitito". Contentos porque podían ir a ver a sus cuatro nietos, que estaban esperándolos en la colonia.
El abuelo venía a buscarnos y aunque no había mucho espacio todos teníamos que entrar. Los cuatro nietos, mamá, papá y ellos. Todos nos miraban cuando ese "fitito rojo" salía a la calle. Cómo olvidar los días de vacaciones donde todo era permitido, las tantas noches de jugar a las cartas, de cuentos, de ser felices. Mi abuela trabajaba de cocinera en el gran hotel (de Pringles), ¡¡nos gustaba ir!!!! Queríamos ser sus ayudantes.... Veíamos de todo y todo queríamos pero ella nos decía "chicos, en casa cocinamos" y así era; ni bien llegábamos a casa, a sacar los ingredientes y lo mejor era hacer pan, jugar con masa y con harina, dejábamos todo blanco....la abuela lo iba a limpiar... Todo se nos ocurría; no terminábamos en la cocina que queríamos las herramientas del abuelo "que él tanto cuidaba”....pero un detalle: había que esperar que él se fuera, entonces nos dedicábamos a armar y arreglar cosas....bueno era intentar!!!!! También llegaba la hora de salir al patio, de cruzar el alambrado y recorrer el Prado Español, con árboles para trepar, espacio para correr. El salir a pasear en las tardecitas "al centro y a la plaza de juegos , toda una aventura: era más grande que la colonia..." Nos sentíamos diferentes.
Después de unos años, los abuelos se mudaron a Coronel Suárez, estaban más cerca de nosotros, los viejitos se jubilaron.....y las palabras de la abuela fueron: " Ahora si estamos como recién casados”.
En mí quedaron estos y otros recuerdos, me encantaría poder volver el tiempo atrás. Me reconforta el alma por este afecto a esos dos viejitos hermosos y decirles que los extraño, que fueron muy importantes en mi vida.
María Beier, año 2013
VERÓNICA FOGEL - ADÁN LAUMAN : DESCENDIENTES DE ALEMANES DEL VOLGA
AMBOS ORIUNDOS DE PUEBLO SANTA MARÍA (COLONIA 3). CORONEL SUÁREZ, PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Verónica Fogel, nacida el 26 de marzo 1916 - falleció el 3 de agosto de 1996. Adán Lauman, nació el 8 se septiembre 1913 -falleció el 23 de enero de 2002. Fue el mayor de 11 hermanos.
Trabajaron de muy pequeños con apenas 11 años, Adán en el campo como peón, Verónica en casa de familia. Como era costumbre en esa época, sus padres cobraban sus sueldos, había más hermanos que mantener. Solo tenían dos francos al mes, cuando iban a su colonia querida.
Se conocieron, se enamoraron y con tan solo seis meses de un noviazgo decidieron casarse; pero no era tan sencillo, como era costumbre en esos tiempos, se debía pedir la mano a los futuros suegros. Adán no tuvo otra que recurrir a la ayuda de un hermano de Verónica; después del susto y los miedos le dieron un “si”
Un preparativo sencillo, civil, e iglesia pero nada de fiesta, solo la familia y este amor se selló en octubre de 1940. Se fueron a trabajar de matrimonio al campo en Las Vertientes-Sierra de la Ventana. Ahí tuvieron a su hija "Juanita", su más valioso tesoro.
Muchos años pasaron, hasta que se animaron a dar un gran paso: en 1968 se mudaron a Coronel Pringles, del campo a la ciudad, donde todo era DISTINTO y lograron comprarse un vehículo, “el fitito". Contentos porque podían ir a ver a sus cuatro nietos, que estaban esperándolos en la colonia.
El abuelo venía a buscarnos y aunque no había mucho espacio todos teníamos que entrar. Los cuatro nietos, mamá, papá y ellos. Todos nos miraban cuando ese "fitito rojo" salía a la calle. Cómo olvidar los días de vacaciones donde todo era permitido, las tantas noches de jugar a las cartas, de cuentos, de ser felices. Mi abuela trabajaba de cocinera en el gran hotel (de Pringles), ¡¡nos gustaba ir!!!! Queríamos ser sus ayudantes.... Veíamos de todo y todo queríamos pero ella nos decía "chicos, en casa cocinamos" y así era; ni bien llegábamos a casa, a sacar los ingredientes y lo mejor era hacer pan, jugar con masa y con harina, dejábamos todo blanco....la abuela lo iba a limpiar... Todo se nos ocurría; no terminábamos en la cocina que queríamos las herramientas del abuelo "que él tanto cuidaba”....pero un detalle: había que esperar que él se fuera, entonces nos dedicábamos a armar y arreglar cosas....bueno era intentar!!!!! También llegaba la hora de salir al patio, de cruzar el alambrado y recorrer el Prado Español, con árboles para trepar, espacio para correr. El salir a pasear en las tardecitas "al centro y a la plaza de juegos , toda una aventura: era más grande que la colonia..." Nos sentíamos diferentes.
Después de unos años, los abuelos se mudaron a Coronel Suárez, estaban más cerca de nosotros, los viejitos se jubilaron.....y las palabras de la abuela fueron: " Ahora si estamos como recién casados”.
En mí quedaron estos y otros recuerdos, me encantaría poder volver el tiempo atrás. Me reconforta el alma por este afecto a esos dos viejitos hermosos y decirles que los extraño, que fueron muy importantes en mi vida.
María Beier, año 2013
El tañido de las campanas
Iglesia parroquial del Pueblo de Santa María - Part. de Cnel. Suárez
“Como la fe regia su vida las campanas les indicaban los momentos del día que debían ser dedicados a Dios; cuando una aldea podía instalar un juego de tres campanas de distintos tamaños se acostumbraba establecer un código para anunciar el fallecimiento de los feligreses. Se tocaba la campana mayor cuando el extinto era persona madura; cuando el muerto era un joven que había tomado la primera comunión y aún se mantenía soltero —menor de 18 anos— se utilizaba la campana mediana y cuando se trataba de un menor, el triste anuncio correspondía a la campana más pequeña”.
“En la mentalidad sencilla de las colonias”, escriben Víctor P. Popp y Nicolás Dening, “el tañido de las campanas de la iglesia significaba algo similar a la voz de los ángeles que llamaban a la oración o a concurrir al servicio religioso; también su voz sonora podía anunciar el fallecimiento de algún vecino que había partido de este mundo hacia la eternidad. No sólo comunicaba en su timbre musical los acontecimientos de la vida religiosa de la aldea, sino que su sonido característico proporcionaba la orientación necesaria y segura a los viajeros extraviados durante las noches de tormenta y de nieve, práctica muy usual esa de lanzar las campanas al viento en esas noches aciagas y que se hacía en forma continua”.
“Era la "voz de la salvación" en todos los casos; se acudía a las campanas para reunir al vecindario a fin de anunciar un acontecimiento importante, y también se las tocaba con extremada energía en los casos de incendio cuando se necesitaba la ayuda de todo el pueblo para apagarlo. En las aldeas católicas tocaban las campanas a hora fija tres veces al día para recordar a los vecinos que debían elevar su mente a Cristo y a su Madre con el rezo del Angelus Domini”.
“Como la fe regía su vida las campanas les indicaban los momentos del día que debían ser dedicados a Dios; cuando una aldea podía instalar un juego de tres campanas de distintos tamaños se acostumbraba establecer un código para anunciar el fallecimiento de los feligreses. Se tocaba la campana mayor cuando el extinto era persona madura; cuando el muerto era un joven que había tomado la primera comunión y aún se mantenía soltero —menor de 18 anos— se utilizaba la campana mediana y cuando se trataba de un menor, el triste anuncio correspondía a la campana más pequeña”.
(Posteado por María Beier - fuente: Julio César Melchior – Pueblo de Santa María)
“En la mentalidad sencilla de las colonias”, escriben Víctor P. Popp y Nicolás Dening, “el tañido de las campanas de la iglesia significaba algo similar a la voz de los ángeles que llamaban a la oración o a concurrir al servicio religioso; también su voz sonora podía anunciar el fallecimiento de algún vecino que había partido de este mundo hacia la eternidad. No sólo comunicaba en su timbre musical los acontecimientos de la vida religiosa de la aldea, sino que su sonido característico proporcionaba la orientación necesaria y segura a los viajeros extraviados durante las noches de tormenta y de nieve, práctica muy usual esa de lanzar las campanas al viento en esas noches aciagas y que se hacía en forma continua”.
“Era la "voz de la salvación" en todos los casos; se acudía a las campanas para reunir al vecindario a fin de anunciar un acontecimiento importante, y también se las tocaba con extremada energía en los casos de incendio cuando se necesitaba la ayuda de todo el pueblo para apagarlo. En las aldeas católicas tocaban las campanas a hora fija tres veces al día para recordar a los vecinos que debían elevar su mente a Cristo y a su Madre con el rezo del Angelus Domini”.
“Como la fe regía su vida las campanas les indicaban los momentos del día que debían ser dedicados a Dios; cuando una aldea podía instalar un juego de tres campanas de distintos tamaños se acostumbraba establecer un código para anunciar el fallecimiento de los feligreses. Se tocaba la campana mayor cuando el extinto era persona madura; cuando el muerto era un joven que había tomado la primera comunión y aún se mantenía soltero —menor de 18 anos— se utilizaba la campana mediana y cuando se trataba de un menor, el triste anuncio correspondía a la campana más pequeña”.
(Posteado por María Beier - fuente: Julio César Melchior – Pueblo de Santa María)
Misa en la iglesia de Santa María - Monumento al trabajo agrario - Casa paterna de María Beier
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Estimado Julio Melchior:
Aunque no desciendo de Volgas, estoy casado con una señora que me enseñó a querer las tradiciones de ellos por el lado de Colonia Hinojo. Ahora leo los magn´ficos relatos y entrevistas que Vd publica en Hilando Recuerdos. Son conmovedores y lo felicito.
Tengo cierta motivación para interesarme por esos temas. Una vez comenté un libro del azuleño Sarramone en un blog bilingüe marplatense http://www.deutsch-spanischerstammtisch.de/tag/deutschsprechende-in-argentinien/ y http://www.deutsch-spanischerstammtisch.de/es/1201/alemanes-en-la-argentina/ -
Hace 3 años fundamos en Mar del Plata un Centro Alemán cuyo primer Presidente fue Juan Streitenberger y del que también participaron su esposa y los hijos Alberto y Pablo. Algo nos contaron de los Pueblos de Cnel. Suárez, zona que lamento no conocer todavía ya que carezco de relaciones ahí.
Más que la vida actual de esa laboriosa gente, me atraen sus antepasados y veo que muy pocos conservan tradiciones y documentación seria acerca de las aldeas alemanas del Volga. Todos hablan como si hubiese sido una sola - Kamenka -, pero se me ocurre que fueron muchas. Poco o nada saben de las condiciones económicas reales en que vivió esa dura y heroica gente. No guardan copia de los documentos fundacionales, la concesión de la zarina Ekhaterina II, el funcionamiento concreto de esas comunidades, el grado de alfabetización, los factores de la cohesión social (que supongo han sido reforzados por la iglesia y los intereses de las familias poseedoras de tierras), etc.
En fin: muchas cosas aquí ignoradas pero que han de haber sido guardadas en alguna parte, tal vez en parroquias y otros registros. Incluso los descendientes que permanecieron en cercanías del Volga y hoy viven allí, han de tener esos datos. Me alegro de haber disfrutado de las crónicas y biografías que Vd ha escrito con envidiable claridad, y me complace saludarlo atte.-- Carlos
[Tras 3 meses no vino respuesta a la presente misiva. Sigo sintiendo igual y avanzo con lo que otros quieran enviarme. Dic 2013].
Aunque no desciendo de Volgas, estoy casado con una señora que me enseñó a querer las tradiciones de ellos por el lado de Colonia Hinojo. Ahora leo los magn´ficos relatos y entrevistas que Vd publica en Hilando Recuerdos. Son conmovedores y lo felicito.
Tengo cierta motivación para interesarme por esos temas. Una vez comenté un libro del azuleño Sarramone en un blog bilingüe marplatense http://www.deutsch-spanischerstammtisch.de/tag/deutschsprechende-in-argentinien/ y http://www.deutsch-spanischerstammtisch.de/es/1201/alemanes-en-la-argentina/ -
Hace 3 años fundamos en Mar del Plata un Centro Alemán cuyo primer Presidente fue Juan Streitenberger y del que también participaron su esposa y los hijos Alberto y Pablo. Algo nos contaron de los Pueblos de Cnel. Suárez, zona que lamento no conocer todavía ya que carezco de relaciones ahí.
Más que la vida actual de esa laboriosa gente, me atraen sus antepasados y veo que muy pocos conservan tradiciones y documentación seria acerca de las aldeas alemanas del Volga. Todos hablan como si hubiese sido una sola - Kamenka -, pero se me ocurre que fueron muchas. Poco o nada saben de las condiciones económicas reales en que vivió esa dura y heroica gente. No guardan copia de los documentos fundacionales, la concesión de la zarina Ekhaterina II, el funcionamiento concreto de esas comunidades, el grado de alfabetización, los factores de la cohesión social (que supongo han sido reforzados por la iglesia y los intereses de las familias poseedoras de tierras), etc.
En fin: muchas cosas aquí ignoradas pero que han de haber sido guardadas en alguna parte, tal vez en parroquias y otros registros. Incluso los descendientes que permanecieron en cercanías del Volga y hoy viven allí, han de tener esos datos. Me alegro de haber disfrutado de las crónicas y biografías que Vd ha escrito con envidiable claridad, y me complace saludarlo atte.-- Carlos
[Tras 3 meses no vino respuesta a la presente misiva. Sigo sintiendo igual y avanzo con lo que otros quieran enviarme. Dic 2013].
Kamenka y su iglesia de Santa María.
Se lee en un artículo acerca de Kamenka por Viktor Schnittke, escrito en
Octubre de 1981 y apareció en el Neues
Leben Nº 21/1982 página 8.
La aldea fue fundada en 1764. Kamenka está situada sobre el Río Ilawlja, un afluente del Don en la provincia de Saratov sobre la Bergseite del Río Volga. La iglesia católica de Santa María, erigida por los aldeanos de Kamenka en orgullo de la comunidad. Reflejando la influencia de la arquitectura neogótica, la casa de culto de rojos ladrillos incluía un balcón para el coro y un órgano. La iglesia fue desmantelada durante la era Stalinista. La puerta de roble esculpida y las barandas ornamentadas fueron removidas y esta fue convertida en un depósito y garage para tractores. Peter Simon Pallas en sus viajes a través de la región del Volga en 1793 y 1794 para la zarina Catalina La Grande escribe: "Kamenka es la más floreciente y opulenta entre las colonias católicas; esta posee más de sesenta hogares, tiene también el arroyo, con excelente agua en pozos, sumergido a través del barro y otro estrato, alrededor de nueve pies de profundidad. Nosotros reposamos allí durante la noche, habiendo sufrido muchos inconvenientes el día anterior por la intensidad del calor, ocasionado por la refracción de los rayos de sol en la nieve acompañados con un viento noroeste penetrante el cual duró todo nuestro viaje desde Saratov. El Volga esta a casi quince versts distante en una línea recta desde este lugar." (Muchas gracias a Elena Mercedes Vega que tradujo esto al español.) |
Vistas actuales de aldea Kamenka http://www.youtube.com/watch?v=tWudwxnhZEE
Archivos parroquiales y continuidad cultural en Rusia hoy http://www.youtube.com/watch?v=wJknEdI5pDc
Memorias de las Colonias de Cnel. Suárez http://www.youtube.com/watch?v=izSVqXDJf7c
Vida de descendientes alemanes en cercanías del Volga hoy http://www.youtube.com/watch?v=jPRJTtJPXMM
Wolgadeutsche in der Provinz Entre Ríos, Argentina http://www.youtube.com/watch?v=vzFJpBpkkiY
AMIGOS: NO HUBO INTENCION DE INVADIR LA PRIVACIDAD ni lesionar derechos de nadie al publicarse este video. Era un homenaje a los dignos pobladores de las colonias de Wolgadeutsche en la Argentina y a sus ancestros. Ell video fue retirado - suponemos - por sus legítimos dueños. Dicha censura no invalida el significado de este tributo.-
.AMIGOS: NO HUBO INTENCIÓN DE INVADIR LA PRIVACIDAD ni lesionar derechos de nadie al publicarse este video. Era un homenaje a los dignos pobladores de las colonias de Wolgadeutsche en la Argentina y a sus ancestros. El video fue retirado - suponemos - por sus legítimos dueños. Dicha censura no invalida el significado de este tributo.-
.La Voz Inmigrante -
Hoy con mucha tristeza damos la noticia que nos ha dejado un gran talento
alemàn del Volga, de Coronel Suàrez, don Hector Maier
Schwerdt, escritor, periodista
e investigador. Dejando una extensa obra y legado para la colectividad. Desde
el primer instante que abrimos nuestro perfil nos ha dado su total apoyo,
tuvimos el gusto de conocerle y tener largas charlas con el. Acompañamos en el
sentimiento a toda la familia. Extrañaremos mucho sus pensamientos. El Señor
seguro que escribirà alguna historia junto a él. QEPD.
Marzo de 2014 (posteado por María Beier)
Marzo de 2014 (posteado por María Beier)
APELLIDO 'GAUERHOF'
[Agradezco al Cont. Raúl Ignacio Puls, presidente del Centro Alemán de Mar del Plata, el desinteresado envío de los datos que integran este post] – ch – Februar 2014
El apellido 'Gauerhof' es alemán (se pronuncia: 'gáuer-hof' con acento en la "a", y la "h" aspirada similar a la "j" = "jof "), aunque actualmente existen muy pocos portadores de este apellido en Alemania, apenas 34 registros telefónicos, distribuidos de manera irregular en el territorio.
Los 'Gauerhof' arribados a la Argentina, al parecer, han venido de Rusia, es decir, este linaje formaría parte de la colectividad de los alemanes de Rusia (Russlanddeutsche), y particularmente de los alemanes del Volga (Wolgadeutsche).
[Descargar nota completa e ilustraciones: escudo y torre-reloj de Rockenhausen, Alemania]
[Agradezco al Cont. Raúl Ignacio Puls, presidente del Centro Alemán de Mar del Plata, el desinteresado envío de los datos que integran este post] – ch – Februar 2014
El apellido 'Gauerhof' es alemán (se pronuncia: 'gáuer-hof' con acento en la "a", y la "h" aspirada similar a la "j" = "jof "), aunque actualmente existen muy pocos portadores de este apellido en Alemania, apenas 34 registros telefónicos, distribuidos de manera irregular en el territorio.
Los 'Gauerhof' arribados a la Argentina, al parecer, han venido de Rusia, es decir, este linaje formaría parte de la colectividad de los alemanes de Rusia (Russlanddeutsche), y particularmente de los alemanes del Volga (Wolgadeutsche).
[Descargar nota completa e ilustraciones: escudo y torre-reloj de Rockenhausen, Alemania]
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Las Colonias alemanas en cercanías de Coronel Suárez
(geposted von María del Carmen Beier)
Las Colonias de descendientes de alemanes del Volga son un singular patrimonio cultural. Denominadas Santa Trinidad, San José y Santa María, de acuerdo a su proximidad respecto a la ciudad cabecera, son fruto de las corrientes de inmigrantes de fines del siglo XIX. Recorrer las Colonias representa transitar su cultura, impregnarse del encanto de sus pobladores, quienes aun conservan genuinas tradiciones: sus típicas comidas, su arquitectura, su lengua, sus danzas. Entre sus tradicionales y coloridas celebraciones se destacan sus Fiestas Patronales de carácter religioso y las fiestas gastronómicas de la cerveza, la salchicha y la carneada.
La historia de los Alemanes del Volga comienza por los años 1762/63 en que llegaba el fin de la guerra de los siete años, que azotó a toda Europa y otras partes del mundo. Fue allí que comenzó la colonización en ambas orillas del rio Volga, iniciada por la Zarina Catalina II.
Vencido este privilegio varias familias hicieron abandono de la colonización del Volga, dirigiéndose rumbo a América. Luego de una breve estadía en Brasil, Argentina patria de todos, recibió en el puerto de Buenos Aires el día 24 de septiembre de 1885, 53 familias las cuales fundaron las colonias alemanas de Coronel Suárez.
(Fuente: Turismo Municipal Cnel. Suárez)
(geposted von María del Carmen Beier)
Las Colonias de descendientes de alemanes del Volga son un singular patrimonio cultural. Denominadas Santa Trinidad, San José y Santa María, de acuerdo a su proximidad respecto a la ciudad cabecera, son fruto de las corrientes de inmigrantes de fines del siglo XIX. Recorrer las Colonias representa transitar su cultura, impregnarse del encanto de sus pobladores, quienes aun conservan genuinas tradiciones: sus típicas comidas, su arquitectura, su lengua, sus danzas. Entre sus tradicionales y coloridas celebraciones se destacan sus Fiestas Patronales de carácter religioso y las fiestas gastronómicas de la cerveza, la salchicha y la carneada.
La historia de los Alemanes del Volga comienza por los años 1762/63 en que llegaba el fin de la guerra de los siete años, que azotó a toda Europa y otras partes del mundo. Fue allí que comenzó la colonización en ambas orillas del rio Volga, iniciada por la Zarina Catalina II.
Vencido este privilegio varias familias hicieron abandono de la colonización del Volga, dirigiéndose rumbo a América. Luego de una breve estadía en Brasil, Argentina patria de todos, recibió en el puerto de Buenos Aires el día 24 de septiembre de 1885, 53 familias las cuales fundaron las colonias alemanas de Coronel Suárez.
(Fuente: Turismo Municipal Cnel. Suárez)
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